Me fastidian las intrigas. En realidad simplemente me aburren,
como casi todo.

No sé que pasa con el universo. Hace unos meses, emocionada, necesitada e ilusionada, compré un sencillo pero aparentemente prometedor chevette. Todo ha ido cuesta abajo desde entonces. Ese carro está maldito, y cada vez que intento deshacerme de él, no puedo, ya estoy desesperada. Cada carro que toco se daña. En los últimos 6 meses me he quedado accidentada no menos de 20 veces, con dos carros distintos. Añorando el carro que solía usar el año pasado, por fin comencé a utilizarlo al final de su periplo por el taller esta semana. Y hoy, claro está, me dejó varada. No aguanto. No entiendo. No soy una mala persona, cuál es mi karma? empiezo a creer que es una brujería o algo así..... Sólo quiero vender el chevette y que mi luz interior vuelva a otro color que no sea el negro que lo cubre.. Hoy estuve a punto de llorar. No porque no pudiera resolverlo, sino porque no quería tener que hacerlo, porque no creo merecerlo.... Ni lo he merecido las otras veces.. Quiero mi felicidad del año pasado...La extraño...

Bueno, yo. Me gusta esa foto, la tomaron el año pasado, pocos minutos antes de comenzar la fiesta que dimos por la navidad a los niños de la consulta de infectología del hospital. Nunca he sido gran amante de los niños, y siempre he dicho que no pienso tenerlos, pero me agradó la experiencia, y espero poder repetirla. Además, una judía en un disfraz de ángel, corriendo mientras regala caramelos en el hospital, fue una escena graciosa, digna de repetirse....